“Into the Wild” (2007) es la cuarta película de Sean Penn como director. Basada en la historia de Christopher McCandless, el director tardó diez años hasta poder concluir el proyecto y grabar el film. Esa tardanza fue por que Penn quería asegurarse y obtener la conformidad de la familia de Chris.
El guión escrito por Sean Penn, está basado en el libro de Jon Krakauer, “Into the Wild”. Jon Krakauer, escribió un reportaje para “Outside”, revista americana temática de actividades al aire libre y aventura, sobre la historia de la desaparición de Chris en Alaska. El artículo, titulado: “Death of an Innocent” conmovió a un gran número de lectores que escribieron cartas a Krakauer, y este decidió escribir un libro sobre esta historia. En 1996 se publico “Into the Wild”.
La temática de película parece no dejar indiferente a un buen número de personas, tanto para elogiarla y admirar la aventura que emprendió Chris, como para vapulearla y criticar la actitud y las decisiones irresponsables de este, así como la mirada de Penn, que algunos consideran, resalta la heroicidad de este polémico personaje. Polémico, porque muchos critican su irresponsabilidad al viajar en esas condiciones, con una falta de recursos y preparación, en algunos momentos intencionada y buscada, por unos lugares difíciles. En especial, los habitantes de Alaska le reprochan el haber subestimado la dureza de la montaña. Así que mientras unos lo tachan de individualista irresponsable y egoísta, otros lo alaban como un gran soñador, trasgresor y personaje valiente que luchó por sus ideales.
La película juega con flashbacks para ir contándonos todo el viaje de Chris, o Alex Supertramp, nombre que adopto al emprender su aventura. Técnicamente, para mi, esta muy lograda, están bien hiladas las idas y venidas en la historia y tratándose de todo un viaje por el centro, oeste y norte de USA y Canadá, esta repleto de bellas imágenes en la naturaleza.
Para mí, ha sido una película que ha despertado mi interés poco a poco. El primer día que por casualidad empecé a verla, apenas le preste atención y ni siquiera la termine de ver. Otro día di, de nuevo con ella ya empezada, y una de sus historias en uno de sus viajes, comenzó a atraparme. La siguiente vez, miré, cuando la volverían a emitir en el Canal plus, y ya me senté tranquilamente a verla desde el principio hasta el final. Para cuando termino, ya había removido ese algo en mi como para conectarme a Internet y buscar mucho mas sobre aquella historia de un chico, nacido un año antes que yo, y que por unos ideales fue capaz de llevar estos hasta sus últimas consecuencias, fueran estas las que fueran. Como alguien podía llegar a ser tan tenaz, tan idealista, tan constante en sus principios y metas…Es verdad, que es una historia que solo alguien joven, muy joven, puede ser capaz de llevar a cabo, y digo capaz, incluyendo tanto lo mas positivo, como lo negativo de su personalidad y sus decisiones.
Otra parte criticada del film ha sido su banda sonara. Compuesta expresamente para la película por Eddie Vedder, vocalista de “Pearl Jam”, algunos reprochan, más que las composiciones en si, su colocación en la película, los momentos en que empiezan a sonar algunos de sus temas, que si puede ser cierto que algunos se acerca en exceso a lo que parece más un video-clip. Esto por un lado hace que el deje melodramático se acentué, quizás demasiado.
A parte de este detalle, a mi la música, independientemente del film, me gusta, y es lo primero que me gusta de Eddie Vedder.
Emile Hirsch lleva casi por completo el peso de la película, en el papel de Chris. Todo un reto para este actor de 22 años, que tuvo que preparase físicamente endureciéndose para soportar el rodaje en lugares remotos de Alaska además de perder peso para interpretar a Chris en sus últimos días. Llego a perder 18 kilos. Así mismo, la preparación mental también fue importante. Según sus propias palabras: “Siempre leyendo, todo el día”. Y, es que, para Chris, los autores que adoraba fueron muy importantes en su vida, e influyeron mucho en sus ideas.
Supone, también, todo un cambio al pasar de papeles secundarios o con un protagonismo compartido, a un papel principal de gran peso, con Sean Penn como director. Sale glorioso del paso, y más que eso, se ha convertido en un actor a tener muy en cuenta.
El elenco de secundarios esta plagado de actores y actrices de lujo. William Hurt, en el papel de padre de Chris, esta perfecto, al igual que Marcia Gay Harden, como madre.
Catherine Keener, por la que tengo especial debilidad, estupenda haciendo de Jan Burres, una de las amigas que Chris hace en el camino.
La película estuvo nominada a varios premios, llevándose un “Golden globe”, por el tema musical “Guaranted”, en el 2008. En los oscar de 2007, obtuvo dos nominaciones; mejor actor de reparto, Hal Holbrook, y mejor montaje, Jay Cassidy.
Hal Holbrook interpreta a Ron Franz, un señor con el que entabla una estrecha amistad en su viaje, reflejando en la película unos emotivos momentos, que quizás en la realidad, llegaron a ser más importantes para este hombre de lo que apreciamos, pero no tan emotivos como una película tiene la capacidad de trasmitir en unos minutos, siendo muy diferente, siempre la realidad con su extensión temporal.
Además de estas nominaciones y premios, en certámenes mundialmente conocidos, el film tiene hasta 36 nominaciones y 13 premios ganados en varios festivales. Curiosamente, los premios vienen, en su mayoría, de festivales extranjeros.
También, aparece en las listas de la crítica como uno de los mejores films del 2007 en numerosos periódicos estadounidenses, como el “Washington Post”, donde ocupa la 2ª posición, “los Angeles Times”, la 3ª, el “USA Today”, la 5ª o “The New York Times”, la 7ª.
Como dato curioso, el reloj que lleva Emile Hirsch es el verdadero que perteneció a Chris. Emile lo recibió como regalo y recuerdo, por su papel.
En los diez años que Penn tardó en asegurarse la total aprobación de la familia de Chris para realizar el film, pensó, en un primer momento en Leonardo DiCaprio, como Chris y en Marlon Brando, como Ron Franz. Personalmente, me alegro de que finalmente, haya hecho la película con Emile.
El hombre que da las botas a Chris en Alaska, al principio del film, Jim Gallien, es la persona real que le llevo en el coche y le dio esas botas.
Historia Real
Christopher J. McCandless nació en El Segundo, California en 1968. Sus padres, Walt McCandless y Wihelmina Jonson, conocida como “Billie”, acabaron juntos tras una aventura que comenzó cuando Walt estaba casado, todavía con su primera mujer, con la que ya tenía dos hijos.
De esta nueva pareja, también nació, Carine, hermana pequeña de Chris.
En 1976, la familia se mudo a Annandale, Virginia, donde tras haber trabajado, Walt, para la NASA, como un destacado ingeniero en su campo, acabó fundando junto a su esposa, Billie, una compañía consultora. Los dos trabajaron incansablemente para sacar adelante el nuevo negocio, lo que provocaba que apenas estuvieran en casa y que la tensión acumulada desembocara en pequeñas peleas entre el matrimonio. Aun así, no parece que estas fueran más allá de lo que se puede considerar, incomodas situaciones, y el poco tiempo libre que tenían, especialmente fines de semana, emprendían viajes y excursiones en familia.
La afición al campo, al monte y al senderismo, ya comenzó a asentarse en Chris desde niño. En esos viajes, también iban a Iron Mountain, un pueblito de Michigan donde había nacido Billie y donde continuaba viviendo Loren Jonson, abuelo de Chris. El niño le adoraba y admiraba, por su amor a la montaña y a los animales.
Cuando cumplió 8 años, Walt, llevó a su hijo por primera vez a hacer montañismo, con mayúsculas. Caminaron tres días por el valle de Shenandoah y luego subieron al Old Rag. Llegaron juntos a la cumbre y el niño llevo durante todo el trayecto su mochila sin pedir ayuda.
Subir al Old Rag se convirtió en una tradición que los dos llevaban a cabo casi todos los años.
En el colegio, además de ser un buen estudiante, los profesores le recuerdan como un chico con una voluntad inquebrantable. Esta voluntad, se unió, en la adolescencia con un intenso idealismo y unos principios, admirables pero llevados al extremo.
Todas estas cualidades las aprovecho para practicar el deporte que más le atrajo en la High School, el Cross. Llego a ser el capitán del equipo de Cross-country. Sus compañeros de equipo recuerdan sus entrenamientos, en los que nunca se rendía ni dejaba que lo hicieran los demás, eran especialmente duros. Salían a correr por caminos que desconocían e intentaba desorientarlos para luego tener que esforzarse en volver a encontrar la vuelta.
Otro de sus compañeros de aquellos años recuerda que, mientras la gran mayoría deseaba ir los fines de semana a las fiestas de universitarios en la ciudad, Chris, le llevó una noche a la ciudad, pero en vez de ir a una de esas fiestas, como él esperaba, le llevo a los bajos fondos de la ciudad, donde gastaron los pocos dólares que tenían en comprar comida y repartirla entre la gente que vivía en la calle. Es algo que McCandless también solía hacerlo solo, con el peligro que ello conllevaba, y más para un joven adolescente.
Estos rasgos de su carácter y estas acciones nos van indicando como se estaba forjando la personalidad de Chris, y nos deja entender mejor el porqué de algunas de sus decisiones, que a primera vista pueden parecer extremadamente incautas, y tomadas a la ligera.
En 1986 se graduó en el “Wilbert Tucker Woodson High School”, y tras la graduación, el 10 de junio se embarca en la primera de sus grandes aventuras. Viaja a través del país, llegando a la universidad, tan solo dos días antes de empezar el curso.
Sus padres, aunque con mucha preocupación, no tuvieron más remedio que dejar que se marchara. Consiguieron convencerle para que se llevara una tarjeta de crédito y que prometiera llamar cada tres días.
Salió desde Virginia hacía el sur y hacía el oeste. Cruzó las llanuras de Texas, soporto el asfixiante calor de Nuevo México y Arizona y llegó hasta la costa del Pacífico. Al principio llamó con bastante regularidad, pero esas llamadas fueron espaciándose más y más a medida que pasaba el verano. Al final de este viaje, se perdió en el desierto de Mojave y estuvo a punto de deshidratarse.
Cuando llegó a casa, su aspecto era preocupante. Había perdido 13 kilos durante el verano, y acabo contando el viaje a su familia y narrando como consiguió escapar, por los pelos, de morir deshidratado.
Sus padres, que para entonces, ya habían aprendido que abordarle directamente, recomendándole que hacer y cómo, era inútil, se sentaron con el tranquilamente para decirle que no se oponían a sus viajes pero que debía tomar más precauciones. Esto solo provocó que se cerrara más en sí mismo y les contara menos cosas o casi nada.
Así empezó sus años de universidad en Emory. Emory es una universidad privada situada en Atlanta. Chris salió del entorno familiar para irse a vivir al campus, donde compartía habitación con otro estudiante en una de las residencias de allí.
El primer verano regresó a Annandale, donde estuvo trabajando en la empresa de sus padres escribiendo programas informáticos.
Muchos aspectos de la personalidad de Chris confundían a sus padres. Podía ser generoso y extremadamente cariñoso, pero también tenía un lado oscuro, caracterizado por la monomanía, la impaciencia y el ensimismamiento. Todo esto se había acentuado en su estancia en Emory.
De regreso a la facultad siguió escribiendo para el periódico universitario y se matriculo en las asignaturas que trataban los problemas sociales. También se fue volviendo más introvertido y se distanció, cada vez más, de sus antiguas amistades.
La personalidad de Chris estaba plagada de peculiaridades y aparentes contradicciones. Por ejemplo, a pesar de su profundo compromiso con los problemas sociales y las injusticias, se unió a las juventudes del partido republicano. Y, como explica su familia, si bien detestaba el consumismo y como el capitalismo había llevado a la clase media a la obsesión por poseer mas y mas, el demostró ser un negociante nato, con iniciativas como un pequeño negocio de fotocopias, usando la oficina de sus padre para ello, o su afán ahorrativo cuando tenía cualquier tipo de trabajo.
Según parece, una de las razones que contribuyo a el distanciamiento de sus padres y de la sociedad en general, se debió a que en su primer gran viaje, cuando pasó por California, fue a visitar a viejos conocidos de la familia, y hablando con unos y otros, enlazó todos los aspectos del pasado de sus padres, dándose cuenta de una historia, de la que si bien, ya sabía algunos datos, desconocía su conjunto. De lo que se enteró es que su padre, cuando ya estaba con su madre, seguía estando con su anterior esposa, hasta el punto de que tras nacer él, nació otro hijo de su anterior matrimonio. Esto, parece que le afecto profundamente y se sintió engañado.McCandless ya tenía su Datsun, que compró con el dinero que fue ahorrando con sus trabajos esporádicos. Con ese coche ya hizo el primer gran viaje que hemos comentado antes. Cuando acabó el curso de 1989 cogió, de nuevo su Datsun, y emprendió otra de sus aventuras. En todo ese verano, tan solo envió dos postales a sus padres. La primera en la que ponía: “Me voy a Guatemala”, lo que asusto a su padre que pensó que se iba a ir a luchar con la guerrilla. A finales de verano recibieron otra: “Mañana salgo hacía Fairbanks. Os veré dentro de un par de semanas” Resultó que había cambiado de idea y en lugar de ir hacia el sur, se había ido en coche a Alaska.
En la primavera de 1990, un sábado 12 de mayo, sus padres y su hermana Carine, fueron a su ceremonia de graduación. Le vieron bien y contento. El día siguiente 13 de mayo, era el día de la madre y Chris le regaló a Billie un ramo de flores, unos bombones y una tarjeta. Este detalle sorprendió y emocionó a su madre, sobre todo porque desde hacía dos años, Chris había comunicado a su familia que no quería recibir ningún regalo y que tampoco iba a regalar el nada, ya que iba contra sus principios. Ese día, su madre la hizo unas fotos y el comento que tenía la idea de emprender otro de sus largos viajes pero que pasaría antes por Annandale. Esa fue la última vez que tuvieron la oportunidad de verle.
A finales de junio envió desde Atlanta una copia con sus notas finales, todo sobresalientes y notable alto. También escribió una nota en la que hablaba de las notas y algunos comentarios superficiales. Fue lo último que recibieron de Chris.
A principios de agosto de 1990 sus padres ya estaban preocupados, y decidieron ir a Atlanta a verle. El no llamaba y ellos no podían llamarle a ningún sitio. Cuando llegaron al apartamento vieron que había colgado un cartel de “se alquila”. El administrador les dijo que Chris había dejado el apartamento a finales de junio. Cuando volvieron a casa se encontraron con un paquete de cartas, entre las que se encontraban las que ellos le habían mandado en esos meses. Chris había dado instrucciones a correos para que retuvieran las cartas hasta el 1 de agosto y así ganar algo de tiempo antes de que se enteraran de su marcha.
Hacía cinco semanas que Chris había cargado sus pocas pertenencias en el Datsun y había salido hacía el oeste sin un rumbo fijo.
Para el este viaje significaba la ruptura con el mundo de sus padres y los que eran como ellos, la huida del bienestar social y la abundancia de bienes materiales. Pretendía inventarse una vida nueva y radicalmente distinta. Incluso, para simbolizar esa ruptura y ese empezar de cero, adopto un nuevo nombre. Desde ahora era Alexander Supertramp.
Alex llegó hasta Arizona con el coche. En la Corriente Detrítica se estaciono en una torrentera para pasar la noche, pero esa torrentera que la mayor parte del año está seca, en los meses de verano se desatan grandes tormentas que causan lluvias torrenciales que la inunda. Tuvo el tiempo justo de salir del coche cuando el agua llegaba abruptamente. Cuando pasó la tormenta y desapareció el agua el coche estaba totalmente húmedo y no arrancaba. Chris decidió abandonar su querido Datsun allí. Antes quitó las placas de matrícula y dejo enterradas varias pertenencias en el desierto de Mojave.
A partir de ese momento siguió a pie, haciendo auto stop. El 10 de julio cargo sus cosas en la mochila y salió hacía el lago Mead para hacer dedo. Resultó ser un error, las altas temperaturas le provocaron una insolación, pero consiguió hacer señas a unos remeros que le llevaron hasta Calville Bay, en el extremo occidental del lago, donde pudo hacer dedo.
En las inmediaciones de un pueblo llamado Orick, entre California y Oregón, en la costa del Pacífico conoció a una pareja de trotamundos que poseía una caravana, Jan Burres y Bob. Se quedó con ellos una semana y les contó que estaba recorriendo el país a pie viviendo una gran aventura.
Desde allí siguió por la costa hacía el norte hasta llegar a Seattle, luego se fue hacia el este pasando por Montana y acabando en Carthage, Dakota del Sur, donde conoció a Wayne Westerberg y se quedó trabajando para él.
Wayne Westerberg llevaba una elevadora de trigo, donde tenía a un grupo de trabajadores que, muchas de las veces recogía en las inmediaciones de Carthage, como fue el caso de Chris. Allí solían trabajar durante un tiempo para luego seguir su camino. Aunque exactamente ese era el caso de Chris, parece que con el entablo una relación más estrecha. Por ejemplo, uno de los días le llevo a cenar con su madre, cosa que no solía hacer con otros. Estuvo un tiempo trabajando allí y, parece, que haciendo algunos de los trabajos más duros y siempre sin quejarse.
Finalmente tuvo que irse cuando Westerberg entró en prisión, y sin él, el trabajo en la elevadora de trigo se terminó.
Westerberg estuvo involucrado en una red de fabricación y distribución de decodificadores para ver la televisión por cable gratis. Tras una emboscada del FBI, acabo declarándose culpable y, con una reducción de condena, entró a cumplir cuatro mese el 10 de octubre de 1990.
Con la llegada del invierno, decidió irse hacía el sur, hacía tierras más cálidas. Desde Dakota del sur, bajó a California haciendo auto-stop. Alcanzó Needles, CA, a orillas del rio Colorado. Llegó hasta Topock, Arizona, donde vio una canoa de aluminio de segunda mano y decidió comprarla. Con ella bajó por el Rio Colorado hasta el Golfo de México. El 2 de diciembre llegó a la presa de Morelos y la frontera con México. Como no llevaba ninguna clase de documentación entró en México clandestinamente remando a través de las compuertas abiertas de la presa. Sin embargo, una vez pasadas las compuertas, el río se convierte en un laberinto de canales en los que Chris se perdió varias veces. Llegó a pasar de un canal a otro, que se encontraba a un kilómetro, trasportando a pie la canoa y todas sus cosas, lo que le llevó hasta tres días. Finalmente después de varios días más perdiéndose consigue que le ayuden unos lugareños y le llevan en una camioneta hasta el mar. Alex pasa una temporada remando por la costa y viviendo por allí.
El 18 de enero llegó de nuevo a la frontera de México con USA. Los agentes de inmigración le detuvieron al intentar pasar indocumentado y pasó una noche en el calabozo. De allí se fue hacía Houston, para luego regresar hacía el oeste. El 3 de febrero se encontraba en Los Ángeles, pero allí apenas aguanto unos días, aunque su primera intención era la de hacerse con un documento de identidad y conseguir un trabajo.
De nuevo vaga de un lado a otro y acaba en Las vegas, donde encuentra trabajo en un restaurante italiano. Tampoco se queda allí mucho tiempo.
En mayo de 1991 abandona Las Vegas, pasa el verano en la costa de Oregón y en octubre acaba en Bullhead City en Arizona. Allí trabajó en un McDonalds, parece que dejo por un tiempo la vida en “la carretera” y se estableció, hasta el punto de llegar a abrirse una cuenta en un banco. Vivía en una caravana abandonada. Estando allí escribió una carta a Jan Burres, como esta llevaba remitente Jan le contesto enseguida y como se encontraban cerca quedaron en ir a verle, pero no les dio tiempo, ya que Chris se presentó donde estaban ellos antes.
Jan y Bob estaban viviendo en un curioso sitio conocido como “Slab City”, cercano a Niland en la parte desértica del estado de California.
Slab City se encuentra en unos terrenos que fueron una base aérea de la marina, abandonada y derribada, en la que quedan cimientos de algunos edificios y hangares desperdigados por el desierto. Allí se suelen instalar, sobre todo en invierno un buen número de trotamundos, vagabundos, viejos hippies, y gente sin domicilio fijo. Sus miembros, hombres, mujeres, niños y animales, son personas interior y exteriormente nómadas, desencantadas con la sociedad y dispuestos a salvaguardar su reducto, donde se ayudan unos a otros, organizan sus mercadillos, teatros, conciertos, etc.…
Allí se encuentra otro curioso lugar, “Salvation Mountain”. Este lugar es una montaña construida y pintada por un artista llamado Leonard Knight, que ha pasado las últimas tres décadas trabajando en ella, y sigue haciéndolo. La montaña tiene la altura de un edificio de tres plantas y la dimensión de un campo de futbol. Según el propio artista, es una escultura al “amor”, y en particular al amor a Dios. El artista, que siempre sigue trabajando en su gran obra, consigue con donativos, el dinero para pinturas y materiales.
En aquel lugar “Alexander Supertramp” debió sentirse lo más cerca de su utopía de un mundo subsistiendo casi al margen del dinero y desde luego, al margen de la sociedad.
Pero, el, ya tenía su sueño, ya sabía su meta y aquella era Alaska, el gran Norte y frío Alaska.
Durante las siguientes semanas pasaron mucho tiempo juntos. Franz enseño a Chris a trabajar con cuero. El primer trabajo que hizo fue un cinturón de cuero en el que plasmó sus aventuras con ingeniosos dibujos. En sus conversaciones, Chris, le contó que estaba esperando la primavera para lanzarse a su aventura en Alaska. Franz cada vez le tomaba mas afecto, así que un día, cuando anunció que se iba a ir hacía San Diego para conseguir más dinero con el fin de ir a Alaska, este protesto rápidamente ofreciéndole el dinero, diciéndole que no hacía falta que se marchara, pero Chris, tenía muy claro que era el momento de partir. Un lunes, a principios de febrero de 1992, Chris partió hacía San Diego.
El 19 de febrero, telefoneo a Franz, a cobro revertido para desearle un feliz cumpleaños. Franz cumplía 81 años.
El 28 envió una postal a Jan Burres, en la que le contaba que llevaba una semana viviendo en las calles y que no conseguía trabajo.
El 5 de marzo mandó dos postales, una a Franz y otra a Jan, desde Seattle. Contaba como viajaba de polizón en los trenes.
Una semana más tarde Franz recibió una llamada a cobro revertido de Chris:
- “¿Podrías venir a recogerme?” – pregunto Chris
- “Sí. ¿En qué parte de Seattle te encuentras?” –
- “No estoy en Seattle, Ron” – respondió Chris – “Estoy en California, muy cerca de la carretera donde vives”
Como no conseguía ningún trabajo en el norte, había ido cogiendo diversos trenes de cercanías hacía el desierto. En uno de los trayectos le descubrió un vigilante y fue encarcelado. Cuando le soltaron hizo auto-stop hacía el pueblo de Ron.
Chris solo tenía la intención de pasar un día con Ron. Se había puesto en contacto con Wayne, y ya tenía trabajo en el elevador de grano de Carthage.
Franz llevó a Chris hasta Grand Juction, Colorado. Durante el viaje, Franz, se atrevió a proponerle a Chris algo que le rondaba la cabeza. Como no tenía esposa, ni hijos, se le ocurrió que podía adoptar a Chris y se lo ofreció, pero este pareció incomodarse y le dijo que a la vuelta de Alaska ya hablarían de esas cosas.
En Carthage pasó cuatro semanas trabajando duramente. La mañana del 15 de abril se reunieron todos para despedir a Chris que partía hacía Alaska. Llevaba una mochila muy pesada y 1000 dólares escondidos en una bota.
Chris escribió una semana después a Wayne, una postal desde Montana, en la que contaba que ese mismo día cruzaría la frontera.
A primeros de mayo, Wayne recibió la siguiente y la que sería la última, postal de Chris. Ya desde Fairbanks, Alaska. En esta se despedía para un largo tiempo, y terminaba con las siguientes palabras: “Si esta aventura termina mal y nunca vuelves a tener noticias mías, quiero que sepas que te considero un gran hombre. Ahora me dirijo hacía tierras salvajes. Alex.”
Ese mismo día envió otra postal Jan Burres y Bob. Algo más corta pero con un mensaje parecido, e incluso con la frase: “Ahora me dirijo hacía tierras salvajes.”
Haciendo autostop, Chris, había recorrido gran parte de Alaska hasta Fairbanks. Fairbanks es la segunda ciudad más grande de Alaska con una población de 97.484 en total, esto es, población urbana y metropolitana. Allí se encuentra la Universidad de Alaska, la más antigua del estado. Y en ella pasó, Chris, la mayor parte de los dos días y tres noches que estuvo allí. En su biblioteca se estuvo documentado sobre la fauna y flora de los bosques del lugar. En un periódico dio con un anuncio en el que vendían un rifle, un Remington semiautomático del 22 que acabo comprando. Un modelo adecuado para su aventura, por su fiabilidad y poco peso. Tras terminar con los preparativos, acampo a seis kilómetros de la ciudad en dirección hacia la Senda de la Estampida.
La mañana siguiente bajó hasta la carretera y enseguida le paró un coche. El conductor, Jim Gallien, era un joven electricista que iba camino de Anchorage. Durante las tres horas de trayecto, Gallien, fue percatándose de la convicción de Chris en llevar a cabo su aventura. Al observar la poca comida que llevaba este y un equipo escaso para las duras condiciones de la zona, intento persuadirle varias veces, pero fue inútil. También se ofreció a llevarle hasta Anchorage, comprarle ropa y víveres y volver a llevarlo hasta allí, pero Chris tampoco accedió a ello. Finalmente antes de bajarse consiguió persuadirle para que cogiera un par de botas y los emparedados y maíz frito que llevaba para el almuerzo.
McCandless se alejaba por el sendero cubierto de nieve, con un saco de arroz de cinco kilos, el almuerzo de Gallien, escasa ropa, la Remington al hombro que a pesar de ser preciso y ligero no era el más adecuado para grandes animales, y lo que más peso añadía a su equipaje, diez libros con los que entretenerse y la guía de plantas comestibles, de la que se sirvió para escribir en la últimas páginas en blanco, ya que había olvidado llevar un cuaderno o folios.
Tras dos días de marcha McCandless llegó al río Teklanika. Durante el invierno, la Senda de la Estampita cercana a Healy está transitada por esquiadores de fondo, trineos con perros o moto nieves, pero a finales de marzo cuando los ríos comienzan a deshelarse nadie va más allá de las cabañas del principio. Aquel año comenzó como siempre el deshielo pero luego llegaron unas semanas de frío, eso explica cómo pudo Chris pasar el río Teklanika, ya que seguramente, el agua le llegó hasta las rodillas, y aunque bajara con relativa fuerza consiguió atravesarlo. Lo que él desconocía es que estaba atravesando un camino de difícil retorno. En los meses siguientes, ya con el verano, la fuerza y el caudal del río iban a aumentar considerablemente hasta convertirlo en un paso intransitable.
Los primeros días descubrió lo difícil que resultaba cazar, escribiendo en una entrada del diario: “Cuarto día de hambre”. Finalmente consiguió cazar pequeñas piezas, y lo que fue más favorable, la nieve empezó a desapareces y pudo alimentarse de arándanos y escaramujos.
Después de dos meses de vida en solitario, satisfecho de lo que había aprendido decidió regresar a la civilización. Después de preparar todo, afeitarse y tomar una foto suya fuera del autobús, el 3 de julio empezó a recorrer el camino de vuelta hacía la Senda de la Estampida, por el río que había venido. El 5 de julio llego a la orilla del río Teklanika. Se encontraba en plena crecida. Entre una y otra orilla había 30 metros de agua opaca a una temperatura apenas superior al hielo, con demasiada profundidad y bajando estrepitosamente. Si lo intentaba, la corriente lo arrastraría.
Escribió en su diario: “Desastre. Llueve. Imposible cruzar el río. Me siento solo y asustado”
Sin otra opción a la vista decidió regresar al autobús. Seguramente pensó que quizás podría seguir arreglándoselas hasta que se helaran las orillas del río.
Parece que las cosas se precipitaron desde ese punto. Para el día 19 de agosto ya había fallecido. Y en este punto es donde comienzan las hipótesis y especulaciones sobre lo que pudo suceder para ese empeoramiento tan rápido y repentino. Algunos lo atribuyeron a un envenenamiento, bien con plantas o semillas.
El otoño iba llegando y con el el frío. El 5 de agosto anoto lo siguiente: “¡Día 100! ¡Lo he conseguido! Pero nunca me he sentido tan débil. La muerte empieza a ser una grave amenaza. Estoy demasiado enfermo para salir andando y me he quedado atrapado en el monte. No hay caza”
Del 13 al 18 de agosto, en el diario, solo figuran los días que van pasando. En algún momento de esa semana, en otra página arrancada, dejo escrito: “He Tenido una vida feliz y doy gracias al Señor. Adiós y que dios os bendiga”.
Ese mismo día, casualmente llegó más gente hasta el autobús. Entre unos y otros decidieron ir a por las autoridades para evacuar el cadáver.
Chris, desconocía que tenía algunas posibilidades para haberse salvado. Cuando decidió regresar y se encontró con el gran obstáculo del río Teklanika, si hubiera andado unos dos kilómetros río arriba, se habría encontrado con que el río se ensanchaba desgajándose en varios arroyos, allí quizás habría logrado descubrir un tramo donde el agua le llegara solo hasta el pecho. Con la fuerza de la bajada habría perdido pie, pero nadando con fuerza tendría alguna posibilidad de llegar a la otra orilla.
Si bien, esa opción era peligrosa y más para Chris que reconoció no ser un buen nadador, si había otra que de haber llevado consigo un mapa a una escala adecuada habría descubierto que tan solo a unos 800 metros había una estación fluviométrica. La estación llevaba cerrada 9 años, y se suponía que la cesta de aluminio que pasaba por un cable sobre el río estaba encadenada. Pero las cadenas habían sido cortadas hacía tiempo y la cesta se encontraba en el lado del autobús. Con lo cual, Chris podría haber atravesado fácilmente el río en aquella cesta.
El cuerpo de Chris fue trasladado a Anchorage para realizar la autopsia. El estado de descomposición era extremo. Solo pesaba 30 kilos y apenas quedaba grasa subcutánea. Los músculos se habían atrofiado durante los días o semanas anteriores a su muerte. La forense dictamino como causa más probable de su muerte, el hambre.
La historia de porque se encontraba allí aquel autobús es la siguiente: En 1961, La Yutan, una empresa constructora empezó las obras para construir una carretera en lo que era una pequeña pista forestal. Para alojar a los peones, la empresa, compró 3 autobuses viejos que iban al desguace, los adecento con unas sencillas literas y una estufa cilíndrica en cada uno y con un tractor los traslado al monte. Cuando en 1963 se interrumpieron las obras dos de los autobuses se los llevaron de allí pero el tercero se abandono en el camino para servir de refugio a cazadores, tramperos y aventureros que se adentraran por allí.
Libros, documentales, programas, artículos…
La historia de Chris se conoció, como hemos visto, gracias al reportaje que Jon Krakauer publicó en la revista Outside. Y se hizo popular llegando a mucho mas público por el libro que, más tarde, escribió a partir del reportaje.
Los primeros artículos sobre el tema que encontramos son los publicados en periódicos locales cuando apareció el cadáver de Chris. Desde los primeros días, cuando se desconocía la identidad del excursionista encontrado, y cuando ya se aclara quien es.
Más adelante, ya tras la publicación del reportaje y libro de Krakauer, ya encontramos otros más extensos en los que se ahonda en la figura de Chris y sus aventuras.
En 2007, Ron Lamothe, realizó el documental “The call of the wild”. Siguiendo el mismo camino que Chris, fue hablando con personas que lo conocieron y con otras que no. Casualmente, cuando se encontraba filmando en la Universidad de Emory, coincidió con la grabación de la película de Penn. Coincidirían en más sitios.
En su página web está todo muy bien explicado. Es en Ingles. La dirección Web es la siguiente:
http://www.tifilms.com/wild/call_intro.htm
“Back to the Wild, The Photographs And Writings Of Christopher McCandless” es un libro y DVD, que seguramente se publicara en abril del 2011. Los padres de Chris han decidido compartir todas las imágenes sobre su hijo, acompañadas de escritos de Chris, con comentarios de ellos y de muchos de los principales personajes que compartieron con Chris su historia. “The Christopher Johnson McCandless Memorial Foundation”, una fundación gestionada por Bill y Walt McCandless, los padres de Chris, es la encargada de esta publicación. Todos los colaboradores son voluntarios, y el dinero que se obtiene en la fundación es para ayudar a niños necesitados de todo el mundo.
Las noticias sobre esta publicación las podemos ver tanto en el blog, Heather Horton Artwork, como en el Facebook sobre el libro.
En “The Emory Wheel”, el periódico universitario donde publicó Chris sus artículos, Eric Betts publicó una recopilación de esos escritos que hizo Chris en 1987/88. Se pueden leer online. La página Web es la siguiente:
http://www.emorywheel.com/detail.php?n=24325
FOTOS
Madre de Chris
Hermana de Chris
Grupo del libro/DVD "Back to the Wild, The Photographs And Writings Of Christopher McCandless"